Sustentabilidad, Sostenibilidad y el gran cambio de paradigma sobre nuestro futuro.
Es innegable que la situación de incertidumbre de carácter mundial que estamos viviendo hoy es el tema más alarmante con el que nos encontramos día a día en todos los medios. Los periódicos, noticieros y las redes sociales nos alertan diariamente con información sobre la gran pandemia a la que hoy vemos enfrentado nuestro futuro como humanidad. El miedo, la incertidumbre y la impaciencia resultante de un proceso de cuarentena incierto colapsan la esperanza de muchos países cuyos sistemas se encuentran desbordados por el virus.
La situación es alarmante y parece buen momento para empezar a cuestionarnos como humanidad, este y otros temas de vital importancia sobre nuestro futuro en este planeta.
Pareciera ser que únicamente en los momentos más catastróficos es cuando recordamos nuestra naturaleza de humanos, de seres sociales, empáticos y pragmáticos, solidarizados ante los momentos de adversidad y comprometidos por el bien común con una única finalidad, Vivir.
Y son precisamente los contratiempos los que nos unen y nos obligan a salir de nuestra zona de confort y provocándonos a cambiar para mejorar, para desapegarnos de nuestras costumbres y cuestionar los dogmas que consciente o inconscientemente terminamos haciendo parte de nosotros.
Uno de los principales comportamientos dogmáticos ha sido nuestro desenfrenado estilo de vida. Nuestros sistemas de salud, industria y tecnología han tenido que evolucionar rápidamente para adaptarse ante las nuevas necesidades y la creciente natalidad a lo largo de los últimos 60 años; sin embargo, parece ser que el único que no ha podido adaptarse ha sido nuestro planeta.
Como resultado de este acelerado crecimiento de 7mil millones de seres humanos habitando la Tierra en el año 2020 que hoy vive una de las pandemias más importantes de nuestros tiempos, se prevé un futuro de escasez. La agricultura y especialmente la ganadería son las industrias que generan mayor consumo de agua. La contaminación industrial, el empleo excesivo de carburantes como recurso energético y el uso desmedido de plásticos de un solo uso ha generado un salvaje deterioro de nuestro planeta. Un deterioro quizá irreversible.
Desde el año 1987 en el que se proponía la protección del medio ambiente, el desarrollo social y el crecimiento económico a través del Informe Brundtland, mejor conocido como “Nuestro futuro común” redactado por la ONU, los resultados al día de hoy son insuficientes.
El siguiente paso que prevé la ONU será durante la Agenda del 2030 en la que se exponen “Los objetivos de Desarrollo Sostenible”, las metas comunes para proteger el planeta y garantizar el bienestar. Ojalá que esta propuesta no llegue ya, un poco tarde.
Pero para realmente entender el auténtico giro al que debe adaptarse el comportamiento humano con la intención de seguir habitando este planeta, radica en entender primeramente los conceptos que se exponen.
En Grupo Crisga somos conscientes de que nuestro paso por el planeta como seres humanos es temporal, pero que inevitablemente nuestro instinto es preservar nuestra especie y para ello hemos de dar el primer paso. Debemos despertar a la consciencia del daño que hemos causado y comenzar un nuevo cambio de paradigma sobre nuestro comportamiento, la satisfacción de nuestras necesidades y el uso que damos a nuestro Hogar antes de que esto desencadene una catástrofe más como humanidad. Es un compromiso con nuestro futuro y el de nuestras generaciones futuras.
Como resultado de esta nueva estructura sostenible y nuestra preocupación por el futuro, en Grupo Crisga buscamos constantemente respetar las normas ambientales trabajando con edificios certificados, como es el caso de la Certificación LEED, (Leader in Energy & Environmental Design), Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible.
Esta certificación premia el uso de estrategias sostenibles en los procesos de construcción y en empleo de materia prima que cumple con los criterios de gestión forestal responsable protegiendo y conservando los recursos naturales.
Sostenibilidad
de los materiales a través de bosques creados específicamente para este uso y los recursos de construcción que seguimos.
Eficiencia energética
y el aprovechamiento del reciclaje de agua durante la construcción y durante el uso de los inmuebles que construimos o remodelamos. Buscamos el menor impacto atmosférico.
Ahorro energético
Implementamos propuestas de ahorro energético y el uso de energías renovables alejados de las formas energéticas contaminantes.
Al participar en todos los procesos durante la ejecución de los proyectos, (Arquitectura, Construcción, Instalaciones de aire acondicionado, voz, datos, electricidad hidráulicas, sanitarias, ademas de la fabricación e instalación de mobiliario), nos aseguramos de cumplir con cada uno de los requisitos para crear una consciencia colectiva y que juntos y unidos, gobiernos, empresas y ciudadanos creemos nuevamente el Respeto por nuestro planeta y la vida para continuar nuestra experiencia en él con armonía.
Con esta publicación intentamos enviar un mensaje de aliento y esperanza a todas las personas, negocios y familias que se han visto afectados en el mundo entero a causa de esta pandemia y que se han tenido que ver confinados, para que juntos veamos una nueva oportunidad de futuro. La aparición de los delfines en Venecia, los jaguares en las selvas o las imágenes de satélites que muestran el descenso significativo de la concentración de contaminantes en la atmósfera son sólo una pequeña muestra de que “después de la tormenta, viene la calma”. Sin duda una calma y un respiro para nuestra Tierra que nos da una nueva oportunidad para esta vez, hacer las cosas a consciencia.
Creemos que todo cambio empieza por uno mismo y en Grupo Crisga estamos seguros de que con perseverancia y compromiso con nuestro medio ambiente, podemos hacer de nuestro mundo un hogar más duradero.
Redacción y creación de contenidos: Cristina Gómez Palacios